El dolor, claro. Sin embargo, creo que nunca vemos más claro, nunca estamos más libres de toda ese esquema mental de cinismo y prejuicios como en esa época en la que nos dejaron destrozados.
Habría que mantener la mejor parte, la de la libertad mental, la sensación de consciencia sobre el ego que rellenabas de cualquier cosa en ruinas, de cuando estás roto. Pero el mundo tiene muchos estímulos y te olvidás y enseguidás empezás a necesitar más de lo querés.
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