Nadha es en sáncrito "Sonido que sale de lo más profundo del ser". En otras palabras, expresión del alma. Este blog y el arte en cualquiera de sus formas para mí son eso, mi nadha personal.







viernes, 3 de junio de 2011

Revisión

Últimamente estoy recordando mi forma de ser hace unos 2-3 años, y me doy cuenta de que no la entiendo. ¿Cómo podía estar siempre triste, siempre pegada a la oscuridad? Siempre enojada. Sé la explicación psicológica, pero me cuesta creerlo. Me viene una sensación incómoda, y me pregunto constantemente ¿Por qué? A veces recuerdo lo flaca que era, la voluntad de hierro que tenía, la seguridad de que iba a lograr los objetivos que me imponía. Y siento unas pequeñas, cada vez más pequeñas, ganas de volver.
Pero entonces recuerdo lo infeliz que era, lo mucho que me dolía todo. Recuerdo los ataques de pánico, la cantidad de horas llorando, el ser autista, sentir que vivía en mi cabeza. Recuerdo la paranoia. Estaba maquinando todo el tiempo, preocupada por cosas que no podía decirle a nadie. Las sonrisas fingidas y la angustia callada. No podía hablar de lo que me pasaba. Sentía que nadie entendía por qué actuaba así, yo sabía que actuaba raro pero no podía explicarles por qué. Sentía como las palabras se me atoraban en la garganta. Quería gritar que yo no era así, que había perdido mi personalidad por el monstruo que me comía el alma.
No me gusta recordarlo, pero sé que es necesario. Porque puedo compararme, puedo ver lo mucho que cambié. Porque si algo aprendí de todo mis transtornos y mis traumas, es que somos ser nuestros peores enemigos, y tenemos que enfrentarnos. Si le damos la espalda a esa parte nuestra que no nos gusta, esta no va a desaparecer, todo lo contrario: en la oscuridad va a seguir creciendo, hasta que estemos obligados a verla porque ya consumió gran parte de nosotros. Ignorarla es la peor solución. Ahora me comparo y puedo decir: Esa no soy yo. Perdí mi infancia, no disfruté de la mayoría de mi adolescencia. Pero no quiero perder un segundo más.
Escuchaba Kudai todo el tiempo. No me sorprende, lo estoy escuchando ahora y es terriblemente deprimente. Cuando estás en tal estado mental te sentís amparado por todo lo oscuro. Es lindo sentir que ya no le tengo miedo a la luz. No más. No voy a permitirme volver a hundirme en ese agujero negro, dejar que lo que soy se disuelva en la personalidad enferma.
Ahora me equivoco, lloro, me enojo, dejo las cosas por la mitad, no me anticipo lo suficiente, me olvido, no me preocupo lo necesario, no siento la necesidad de explicarme, casi no pienso antes de hablar. Soy más humana y más adolescente. Y mi familia, que jamás me ayudó, piensa que ahora soy un desastre. Pero para ellos siempre fui un desastre. Me dicen que soy ( no estoy, soy) gorda, pero para ellos, con 45 kilos y un metro 67 también lo era. Y yo creo que soy todo eso, pero no lo cambio por una sencilla razón: también soy más feliz.

2 comentarios:

  1. Es hermoso que te sientas asi! Y no abandones nunca tus ganas, porque te estarías abandonando a vos misma.. Lo mejor que puede pasarte hoy, es mirar para atrás y darte cuenta de que ya no sos como eras, de que sos mejor, de que estás feliz. No importa si te preocupas o no, si te enojas o no, si estás pendiente o no tanto.. lo que si importa, es que te sientas feliz, contenta con vos..
    Te mando un beso grande, y espero que sigas asi.. disfrutando de vos misma!

    ResponderEliminar
  2. Te entiendo.
    Yo siento que hoy soy lo que quiero ser. Obviamente siempre queres más y capaz cosas que no están muy al alcance de tu mano. Pero me siento bien conmigo misma y si bien muchas veces me molesta ser como soy, ya lo tengo asumido, son los pros y los contras de toda personalidad.
    En serio te parece tan deprimente Kudai?
    Te lo digo porque a mí Kudai me gusta y nunca los tilde de música deprimente.

    Que andes bien

    ResponderEliminar

cupcakes: primer intento ever

cupcakes: primer intento ever